A 29° AÑOS DEL MAS IPSP: LAS ORGANIZACIONES SOCIALES RESPALDAN A EVO Y A ANDRONICO, CON UN PACTO DE UNIDAD

El instrumento político, nace del movimiento cocalero del Chapare, el cual se fortalece  a partir de  la década del 80 cuando las organizaciones sindicales protagonizan  defensa de la hoja de coca y los derechos humanos contra el proceso de erradicación implementadas  por la DEA  y los gobiernos de derecha. El proceso de  fortalecimiento sindical  y las conexiones con otros sectores permitieron al movimiento cocalero la transición al plano político a través del instrumento político el MAS IPSP,  del   cual  logra de manera paulatina la participación institucional en el estado.  

Hasta lograr construir la conducción del mismo imprimiendo  profundas  transformaciones políticas, sociales, económicas, culturales, desde un nuevo modelo de gobernabilidad con el ejercicio de nuevas ciudadanías: la indígena.   Este proceso de cambio se cristaliza con las presidencias de Evo Morales, quien le da solidez al movimiento   más importante de la historia contemporánea de américa latina, desde la justicia social en un Estado  Plurinacional, Comunitario, Libre, Soberano, Democrático, e Intercultural.

Después de catorce años de gobierno el 10 de noviembre de 2019 Evo Morales presentaba públicamente su renuncia, luego de la victoria al MAS en primera vuelta.  Motivada por presiones principalmente de los aparatos represivos del Estado encarnados en las Fuerzas Armadas (FF.AA.) y la policía, esta ultima permanecía amotinada. En el  2019, a medida que estallaba el falangismo con elementos  religiosos,  de nacionalismo militar y racistas que ejecutaron   la  violación de los derechos humanos contra las comunidades indígenas y campesinas y los sindicatos. 

Un claro ejemplo de los grupos paramilitares  que surgieron es el caso de la Resistencia Juvenil Cochala (RJC), primero con sede en la ciudad de Cochabamba y después con intenciones de extenderse al resto del país. Con la particularidad de  transportarse en motocicletas y por portar armas caseras, se atribuyeron labores propias de los aparatos represivos institucionalizados.  Protagonizaron la  agresión a la alcaldesa por el MAS del municipio de Vinto en Cochabamba, quien fue rociada  con pintura roja, obligada a caminar de rodillas y  le cortaron el cabellos.  Y la expulsión de mujeres de pollera y otras personas que se encontraban en la plazuela de Cala Cala.

El Gobierno transitorio asumió su mandato con una Biblia en mano, llegaron a ejecutarse acciones públicas como contratar helicópteros para rociar con agua bendita algunas ciudades ante la pandemia de la COVID-19 y  aseguraron que con  “ayuno y oración” vencerían al virus.  Aprobó un polémico Decreto en el que eximía de responsabilidad penal a militares que participaran de operativos de “restauración del público”, acciones que fueron catalogadas como masacres fueron catalogadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). 

En este contexto emerge Andrónico  Rodríguez en el escenario  nacional,  el vice presidente de las Seis Federaciones de Cochabamba   teje   la resistencia y la defensa a la Democracia  a lo largo y ancho del territorio llevando un mensaje  de unidad.   Preparando así el  proceso de elecciones y el fortalecimiento del instrumento político MAS – IPSP.  Hoy se desempeña  como presidente de la Cámara de Senadores, lugar donde ha protagonizado la defensa de la  democracia de manera silenciosa y firme. 

En este aniversario llegó el pacto de unidad de las organizaciones sociales de los 9 departamentos, iniciando un proceso donde el principal desafío es superar la  crisis institucional y recuperar las siglas del instrumento político,  la unidad y el conceso son el camino, en ese marco de acción Andrónico  Rodríguez es una pieza clave, con la guía de uno de los hombres mas trascedentes y revolucionarios  que dio América Latina contemporánea: Evo Morales.